{"id":1748,"date":"2012-07-18T01:09:30","date_gmt":"2012-07-18T04:09:30","guid":{"rendered":"http:\/\/www.aymag.com.ar\/?p=1748"},"modified":"2012-07-18T10:23:35","modified_gmt":"2012-07-18T13:23:35","slug":"otros-gozos","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/www.aymag.com.ar\/literatura\/otros-gozos\/","title":{"rendered":"Otros gozos"},"content":{"rendered":"<p>Todo muy lindo, todo muy bello, pero desde hace rato que vengo sintiendo que en <strong>AY MAG<\/strong> falta algo, \u00bfno te parece? A m\u00ed s\u00ed, por eso llam\u00e9 a Gime y le dije \u201cescuchame, nena, a tu sitio le falta <em>punch<\/em>\u201d. Y no s\u00e9 muy bien qu\u00e9 quiere decir <em>punch<\/em>, pero lo que yo quise decir fue que le hacen falta m\u00e1s golpes, m\u00e1s sorpresas que entren por otro lado al mensaje que quiere transmitir el<strong> <a href=\"https:\/\/www.aymag.com.ar\/manifiesto\/\" target=\"_blank\">Manifiesto<\/a><\/strong>. <a href=\"https:\/\/www.aymag.com.ar\/wp-content\/uploads\/2012\/07\/Benjam\u00edn-Uribe-Medium.jpg\"><img loading=\"lazy\" class=\"alignleft size-medium wp-image-1762\" title=\"Benjam\u00edn Uribe \" src=\"https:\/\/www.aymag.com.ar\/wp-content\/uploads\/2012\/07\/Benjam\u00edn-Uribe-Medium-300x209.jpg\" alt=\"\" width=\"300\" height=\"209\" srcset=\"https:\/\/www.aymag.com.ar\/wp-content\/uploads\/2012\/07\/Benjam\u00edn-Uribe-Medium-300x209.jpg 300w, https:\/\/www.aymag.com.ar\/wp-content\/uploads\/2012\/07\/Benjam\u00edn-Uribe-Medium-299x208.jpg 299w, https:\/\/www.aymag.com.ar\/wp-content\/uploads\/2012\/07\/Benjam\u00edn-Uribe-Medium.jpg 800w\" sizes=\"(max-width: 300px) 100vw, 300px\" \/><\/a><\/p>\n<p>Para eso vengo yo: para cachetearte \u2013suavemente, no te asustes\u2013 y decirte que hay cosas copadas a las que no les estamos prestando atenci\u00f3n, o para tironearte las orejas y obligarte a ver o leer algo que yo creo imprescindible. Una invitaci\u00f3n a sensaciones diferentes en lugares \u2013y objetos\u2013 diferentes; un llamado de atenci\u00f3n sobre lo no tan cotidiano, o sobre lo dejado de lado. En menos palabras: otros gozos (aunque habr\u00e1 zarig\u00fceyas industriales, m\u00e1s angeladas y rimbombantes).<\/p>\n<p>Demasiado como para presentarme. Basta ya y en direcci\u00f3n al grano, ahora.<\/p>\n<p>Porque lo que tengo para mostrarte hoy amerita que salgas de ac\u00e1 y vayas a hacer otra cosa: me gustar\u00eda que leas a <strong>Mart\u00edn Cristal<\/strong>. Quiz\u00e1s te suene el nombre, porque el tipo public\u00f3 una novela \u2013<em>Las ostras<\/em>\u2013 hace muy poco y adem\u00e1s colabora con cierta regularidad en varios medios de C\u00f3rdoba y de otras provincias. Pero yo quiero que leas otra cosa, quiero que busques y encuentres al Cristal anterior, al de <strong>Mapamundi<\/strong> y tambi\u00e9n al de <strong>La casa del admirador<\/strong>. Porque, est\u00e1 bien, <em>Las ostras <\/em>es lo \u00faltimo y estuvo muy bien presentado y publicitado y criticado. Y de seguro ya se est\u00e1 leyendo y se leer\u00e1 mucho. Pero me parece que los cuentos y la novela que quiero que leas ahora no tuvieron los lectores que se merecen, y eso tambi\u00e9n me gusta hacer: encontrar lectores, o mejor: inventarlos. Quiero hacerte lector de Cristal.<\/p>\n<p><a href=\"https:\/\/www.aymag.com.ar\/wp-content\/uploads\/2012\/07\/opcion-1.jpg\"><img loading=\"lazy\" class=\"aligncenter size-full wp-image-1756\" title=\"Mart\u00edn Cristal \" src=\"https:\/\/www.aymag.com.ar\/wp-content\/uploads\/2012\/07\/opcion-1.jpg\" alt=\"\" width=\"620\" height=\"375\" srcset=\"https:\/\/www.aymag.com.ar\/wp-content\/uploads\/2012\/07\/opcion-1.jpg 620w, https:\/\/www.aymag.com.ar\/wp-content\/uploads\/2012\/07\/opcion-1-300x181.jpg 300w, https:\/\/www.aymag.com.ar\/wp-content\/uploads\/2012\/07\/opcion-1-299x180.jpg 299w\" sizes=\"(max-width: 620px) 100vw, 620px\" \/><\/a><\/p>\n<p>A ver si lo logro.<\/p>\n<p>Los cuentos de <strong>Mapamundi<\/strong> son un flash: fotograf\u00edas complejas de varias capitales del mundo hechas desde una perspectiva bien argentina, pero que muestra cada rinc\u00f3n del planeta de una manera tan singular como atrapante. Hay, por ejemplo, un grupito de amigos hueveando por la zona roja de \u00c1msterdam; una porte\u00f1a que busca comenzar de cero en Tel Aviv y termina salvando su vida de un atentado; una pareja que enga\u00f1a a un par de ilusos en Barcelona; un vendedor ambulante cordob\u00e9s que no da respiro y puede sacar carcajadas si es bien le\u00eddo. \u201cViajar: aprender a desprenderse\u201d, escribe Cristal, y acierta y estira ese concepto a varios de los textos del libro. Estos siete viajes juegan con las leyes temporales, con los l\u00edmites espaciales, con las voces y las entonaciones, y si bien podr\u00edan s\u00f3lo divertir o entretener, terminan siendo m\u00e1s intrigantes que otra cosa. Disparadores de preguntas, de nuevas vivencias.<\/p>\n<p>El juego ocupa un lugar m\u00e1s secundario en la trama de <strong>La casa del admirador<\/strong>, donde si bien sigue habiendo un intento por desmontar las reglas del lenguaje \u2013como en toda apuesta ambiciosa\u2013, ese esfuerzo es menos l\u00fadico y m\u00e1s conceptual, casi te\u00f3rico. Ac\u00e1 el novelista cordob\u00e9s apuesta fuerte, y se mete con uno de esos escritores a los que muchos temen sugerir por el peso de su nombre. El escritor cordob\u00e9s se mete con Borges. Con el viejo Borges, s\u00ed, ese al que tantos no se animan a leer. Porque la casa de ese admirador no es otra cosa que la mansi\u00f3n de un tipo que est\u00e1 desquiciado por Borges y su obra, por el personaje y la creaci\u00f3n. Un loco lindo, s\u00ed, pero un obsesivo espeso, bien rompe bolas, interesant\u00edsimo. Cristal intenta diseccionar la obra borgeana y sacarla a la luz a trav\u00e9s de las man\u00edas de Roger<em> <\/em>Dembrais, poniendo en evidencia, tambi\u00e9n, su propia admiraci\u00f3n y obsesi\u00f3n por Jorgito Luis. Quiz\u00e1s la novela falla en uno de los recursos m\u00e1s atrevidos del proyecto \u2013lo entender\u00e1s si la le\u00e9s; no puedo develarlo ac\u00e1\u2013, pero para entonces probablemente ya sea tarde, y es seguro que si llegaste hasta ah\u00ed ya no quieras dejar el libro hasta la p\u00e1gina que contiene el punto final.<\/p>\n<p>No s\u00e9 si los libros se consiguen en todas las librer\u00edas. Lo m\u00e1s probable es que tengas que preguntar en varias antes de dar con alguno de ellos. Pero vale la pena la pesquisa. Despu\u00e9s me cont\u00e1s. Mientras tanto, yo voy en b\u00fasqueda de un colombiano que me dijeron que la rompe. Nos vemos.<\/p>\n<p><strong>Cristal online:<\/strong><\/p>\n<p><strong><a href=\"https:\/\/www.martincristal.com.ar\" target=\"_blank\">www.martincristal.com.ar<\/a><\/strong><\/p>\n<p><strong><a href=\"https:\/\/elpezvolador.wordpress.com\" target=\"_blank\">elpezvolador.wordpress.com<\/a><\/strong><\/p>\n<p>&nbsp;<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"<p>Todo muy lindo, todo muy bello, pero desde hace rato que vengo sintiendo que en AY MAG falta algo, \u00bfno te parece? A m\u00ed s\u00ed, por eso llam\u00e9 a Gime y le dije \u201cescuchame, nena, a tu sitio le falta punch\u201d. 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