{"id":14949,"date":"2015-07-29T12:32:43","date_gmt":"2015-07-29T15:32:43","guid":{"rendered":"http:\/\/www.aymag.com.ar\/?p=14949"},"modified":"2015-07-29T19:18:58","modified_gmt":"2015-07-29T22:18:58","slug":"los-juegos-del-viceversa","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/www.aymag.com.ar\/arte-y-diseno\/los-juegos-del-viceversa\/","title":{"rendered":"Los juegos del viceversa"},"content":{"rendered":"<p>Entrevista con el artista <strong>Manuel Coll<\/strong>, que habla sobre su obra y sus recurrencias: la virtualidad, el humor, la naturaleza y los astronautas.<\/p>\n<p>Por: <strong>Lucas Asmar Moreno<\/strong><\/p>\n<p>PH: <strong>Julieta Cementerio<\/strong><\/p>\n<p><strong>Tecno Pintura<\/strong><\/p>\n<p>Un z\u00f3calo de cemento en medio de un parque que dice \u201cdownload\u201d. Una pintura que inscribe la frase \u201carte emergente\u201d y simula ser una pesta\u00f1a lista para cerrarse con un clic. Pixeles que se escapan de un cuadro para colarse a otro cuadro. Un paisaje buc\u00f3lico carente de cielo pero que especifica su color con un enlace web.<\/p>\n<p>Tales juegos conceptuales condensan una iron\u00eda extremadamente sofisticada que pone en jaque varias capas discursivas. <strong>Manuel Coll<\/strong>, una s\u00edntesis f\u00edsica entre Tim Burton y Woody Allen, dice al respecto: \u201cNo es nuevo atravesar el humor en el arte, pero me gusta que est\u00e9 presente. Porque son fricciones y de esa fricci\u00f3n aparece lo no-dicho\u201d.<\/p>\n<p>Lo que diferencia a este artista del famoso cuadro de Magritte que sentencia sobre la representaci\u00f3n pict\u00f3rica de una pipa que eso \u201cno es una pipa\u201d es el cambio de coordenada hist\u00f3rica, y la consecuente necesidad de repensar los aspectos cibern\u00e9ticos que ti\u00f1en nuestra vida de enga\u00f1osa virtualidad.<\/p>\n<p>Porque nunca es virtual el teclado con el que se chatea, ni es virtual la pantalla del smartphone que emite brillos. Cuando Coll elabora contradicciones l\u00f3gicas con la materialidad de una pintura o de una escultura, en consecuencia elabora un contraste de lenguajes. \u201cLa palabra es una sintaxis y la pintura es otra, discuten entre las dos para medir su potencia en otras situaciones. Para m\u00ed siempre hay una tensi\u00f3n: el texto complejiza a la imagen o viceversa\u201d.<\/p>\n<p>Si <strong>Manuel Coll<\/strong> es un humorista, sus chistes son trascendentales e interpelan la obviedad de lo que consideramos lo real. Por cercan\u00eda y h\u00e1bito, la realidad queda naturalizada. \u201cLa cultura est\u00e1 llena de estrategias del orden y del desorden\u201d, dice Coll para hacer estallar la representaci\u00f3n. Su pensamiento art\u00edstico retorna a lo simple: la m\u00edmesis del mundo eternamente replanteada.<\/p>\n<p>Pero volvamos sobre las obras mencionadas al principio: lo que se considera virtual se plasma sobre un soporte real, y a su vez podr\u00e1n contemplarse desde el sitio web de Manuel Coll. De lo virtual a lo real volvemos a lo virtual resignificado. Este artilugio de cajas chinas, astuto y \u00fatil, activar\u00eda en Plat\u00f3n un merecido ACV.<\/p>\n<p>&nbsp;<\/p>\n<p><strong>Chico astronauta<\/strong><\/p>\n<p>Una de las series m\u00e1s amigables de Manuel Coll es aquella del astronauta explorando pinturas ajenas. El procedimiento consiste en intervenir cuadros que fueron elaborados con diversas t\u00e9cnicas y estilos y que no son precisamente obras can\u00f3nicas del arte. Ah\u00ed hay otro acierto: el astronauta explora lo desconocido. Ser\u00eda distinto el sentido si explorara obras de Picasso, Pollock o Monet. No: el astronauta busca lo que fue descartado por la historia, eso que ni siquiera est\u00e1 en los m\u00e1rgenes, sino en el mism\u00edsimo olvido.<\/p>\n<p>Lo interesante es que Coll le da a su astronauta distintas proporciones, d\u00e1ndole a los cuadros que recopila dimensiones dispares. O el astronauta se ve peque\u00f1o porque est\u00e1 lejos dentro de la l\u00f3gica de la perspectiva, o se ve diminuto porque Coll decidi\u00f3 que el tama\u00f1o del cuadro sea enorme, como si cada pintura que encontrase fuese un planeta que rige leyes f\u00edsicas \u00fanicas.<\/p>\n<p>\u201cLos procesos parten del deseo, de la cosa l\u00fadica, estar ah\u00ed, en el momento, y estar atento a lo que pasa alrededor. No existe esa instancia reflexiva y oscura previa a la pintura: en todo caso eso pasa despu\u00e9s\u201d. Esta frase de Manuel Coll es, sin dudas, una declaraci\u00f3n de principios: la imaginaci\u00f3n es su big bang, su fuente energ\u00e9tica. Sin curiosidad no hay est\u00edmulo posible.<\/p>\n<p>Este astronauta es un \u00edcono, una caricatura que pertenece al imaginario que una generaci\u00f3n de treinta\u00f1eros que se hizo mirando dibujos animados. \u201cLa lectura no es consciente, la nostalgia se activa en quien lo ve. Estos elementos generacionales en mis cuadros, como los joystick, soldaditos y astronautas salen de una nube inesperada\u201d, afirma Coll, y as\u00ed tambi\u00e9n explica por qu\u00e9 el astronauta se entromete en objetos viejos. \u201cEn estas piezas tambi\u00e9n se refleja una forma de entender el arte, aunque no tuviese la intenci\u00f3n de serlo\u201d.<\/p>\n<p>El astronauta, reducto de las animaciones de los 80 y 90, har\u00e1 saltos cu\u00e1nticos hacia d\u00e9cadas pasadas, presentes y futuras.<\/p>\n<p>&nbsp;<\/p>\n<p><a href=\"https:\/\/www.aymag.com.ar\/wp-content\/uploads\/2015\/07\/Manuel-Coll-AY-MAG-HABITUS-11.jpg\"><img loading=\"lazy\" class=\"aligncenter wp-image-15009\" src=\"https:\/\/www.aymag.com.ar\/wp-content\/uploads\/2015\/07\/Manuel-Coll-AY-MAG-HABITUS-11.jpg\" alt=\"Manuel Coll- AY MAG- HABITUS (11)\" width=\"720\" height=\"477\" srcset=\"https:\/\/www.aymag.com.ar\/wp-content\/uploads\/2015\/07\/Manuel-Coll-AY-MAG-HABITUS-11.jpg 960w, https:\/\/www.aymag.com.ar\/wp-content\/uploads\/2015\/07\/Manuel-Coll-AY-MAG-HABITUS-11-150x99.jpg 150w, https:\/\/www.aymag.com.ar\/wp-content\/uploads\/2015\/07\/Manuel-Coll-AY-MAG-HABITUS-11-300x198.jpg 300w\" sizes=\"(max-width: 720px) 100vw, 720px\" \/><\/a><\/p>\n<p style=\"text-align: center;\"><strong>\u00a0Ph Julieta Cementerio<\/strong><\/p>\n<p><strong>\u00c1rbol natural<\/strong><\/p>\n<p>\u201cEnfrentarse a un lienzo en blanco y decir \u2018voy a hacer un \u00e1rbol\u2019, es rid\u00edculo\u201d.<\/p>\n<p>Esta m\u00e1xima de Coll es consecuente con su concepci\u00f3n sobre lo virtual: \u201cHay all\u00ed interactividad, son im\u00e1genes que se linkean y el link siempre est\u00e1 en nuestra cabeza, como las palabras que evocan la cosa ausente\u201d.<\/p>\n<p>Cuando decide plasmar la naturaleza, lo hace de un modo bastante extra\u00f1o: las colinas parecen licuadas y los arbustos, flores o pasto est\u00e1n confeccionados por capitas, como esa t\u00e9cnica oriental en donde cada pincelada representa una hoja. Pero hay otro detalle llamativo: de manifestarse en estos paisajes algunos de esos seres bufonescos y tristes de Manuel Coll, seres que parecen abducidos de un film europeo animado, lo hacen en soledad, con extremidades amputadas o ramas que se les escapan de la cabeza o del pecho. Como si el entorno natural da\u00f1ase a los personajes, como si los personajes vomitaran la naturaleza o necesitaran expulsarla del cuerpo.<\/p>\n<p>Ante esta interpretaci\u00f3n, Coll se sorprende, se queda meditabundo unos segundos y realiza dos consideraciones: \u201cEl paisaje existe cuando decidimos que un entorno natural entre en la categor\u00eda de paisaje; lo que nosotros vemos como naturaleza nos transforma de manera rec\u00edproca\u201d.<\/p>\n<p>Y entonces agrega: \u201cSupongo que la expulsi\u00f3n de la naturaleza es lo que la naturaleza puede hacerle al hombre. Lo natural tiene una construcci\u00f3n m\u00ednima pero ca\u00f3tica y compleja, es lo opuesto a la arquitectura, siempre controlada\u201d. No es casual que en los cuadros en los que Coll representa un ambiente urbano, elija formas r\u00edgidas, angulosas, controladas; pero al plasmar la naturaleza la inestabilidad se apodere tanto de sus formas como de sus colores, por lo general apagados pero desestabilizados por peque\u00f1as gotas saturadas e impredecibles.<\/p>\n<p>En la obra de Manuel Coll hay una obsesi\u00f3n nihilista que consiste en deconstruir las convenciones culturales, insistir en los dispositivos, entrecruzar la palabra, la pintura y la tridimensionalidad de la escultura, mezclar g\u00e9neros, estilos, \u00e9pocas. Y jam\u00e1s perder ese humor desconcertante, sigiloso y delicado. Sin humor la deconstrucci\u00f3n no es posible.<\/p>\n<p>\u201cQuisiera hacer astronautas de cer\u00e1mica, unos 60\u201d, nos comenta, abstra\u00eddo, ya finalizada la charla, ya apagado el grabador.<\/p>\n<p>&nbsp;<\/p>\n<p><strong>\u00bfAd\u00f3nde llega el astronauta? <\/strong>No llega a ning\u00fan lado porque no podr\u00eda seguir explorando.<\/p>\n<p><strong>\u00bfA qui\u00e9n encerrar\u00edas en uno de tus cuadros para que no saliera nunca m\u00e1s? <\/strong>Qu\u00e9 oscuro. No, no, a nadie. \u00a0No s\u00e9 si los cuadros encierran gente. Es un concepto extra\u00f1o y hostil. Es una buena visi\u00f3n tambi\u00e9n.<\/p>\n<p><strong>\u00bfQu\u00e9 te gustar\u00eda hacer si estuvieras en Chernobyl? <\/strong>Una huerta, algo que le d\u00e9 para adelante.<\/p>\n<p><strong>\u00bfSi en la escuela de Bellas Artes hacen una materia con tu obra, \u00a0c\u00f3mo deber\u00eda llamarse? <\/strong>Pintura, creo, \u00a0pero ya existe. Para m\u00ed se llamar\u00eda \u201cc\u00f3mo preparar un celeste\u201d.<\/p>\n<p><strong>\u00a0<\/strong><\/p>\n<div id='gallery-1' class='gallery galleryid-14949 gallery-columns-3 gallery-size-thumbnail'><figure class='gallery-item'>\n\t\t\t<div class='gallery-icon landscape'>\n\t\t\t\t<a href='https:\/\/www.aymag.com.ar\/wp-content\/uploads\/2015\/07\/Manuel-Coll-AY-MAG-HABITUS-1.jpg'><img width=\"150\" height=\"99\" src=\"https:\/\/www.aymag.com.ar\/wp-content\/uploads\/2015\/07\/Manuel-Coll-AY-MAG-HABITUS-1-150x99.jpg\" class=\"attachment-thumbnail size-thumbnail\" alt=\"\" loading=\"lazy\" srcset=\"https:\/\/www.aymag.com.ar\/wp-content\/uploads\/2015\/07\/Manuel-Coll-AY-MAG-HABITUS-1-150x99.jpg 150w, https:\/\/www.aymag.com.ar\/wp-content\/uploads\/2015\/07\/Manuel-Coll-AY-MAG-HABITUS-1-300x198.jpg 300w, https:\/\/www.aymag.com.ar\/wp-content\/uploads\/2015\/07\/Manuel-Coll-AY-MAG-HABITUS-1.jpg 960w\" sizes=\"(max-width: 150px) 100vw, 150px\" 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