Apelar al pensamiento de que cada uno tiene en sí miles de colores, aromas y matices que son únicos, irrepetibles, mágicos. Cuando esto sucede, las ganas de conocer al otro se vuelven irresistibles; de conocerlo entero, penetrar en sus ojos, dejar de lado las preguntas tontas y ocuparse de lo esencial (¿Qué tono tiene su...
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