Viajar no es solo trasladarse de un espacio a otro. Viajar es mucho más que eso: es lo que experimentamos cuando avanzamos mientras el camino cobra vida a medida que lo recorremos. Son infinitas las posibilidades de viajar: podemos viajar en un sueño, en un deseo, en un libro, en imágenes, en la música. Y sucede que a veces, viajar a través de la música puede convertirse en algo alucinante. Esas son las palabras que sobrevuelan nuestras mentes de repente, cuando pensamos en Viaje a un Minúsculo Planeta, cuando escuchamos Cartografías, cuando sentimos que estamos dentro de un mundo que se sostiene sólo por la música.
Es miércoles, estamos en la mitad de la semana y hay veces que buscamos desesperados romper con la rutina, relajarnos, distendernos apenas, para luego montar de nuevo y terminar lo que habíamos dejado a medias. Pero en tanto, Córdoba está llena de escenarios culturales y oportunidades musicales imposibles de negar. Es miércoles y es el mejor día para hacer uno de esos viajes espontáneos en nuestra semana.
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Fotos: Julieta Cementerio
Cerca de las 21 horas en el Pabellón Argentina, las ansias latían a flor de piel, el público entraba por una de las infinitas puertas de la sala y buscaban su mejor asiento. Luces cálidas daban vueltas por el aire e iluminaban los cuerpos que se acomodaban y se preparaban para viajar una hora y media dentro de una dimensión espacio-tiempo desconocida. Entre encuentros inesperados, risas cómplices y música de fondo, un aire de silencio apareció en el instante que los reflectores dejaron de jugar. La luz fue oscuridad y las teclas de un piano incipiente despegaron y se alinearon perfectamente con los giros acústicos del bajo y de la batería que sonaban e invadían sin vergüenza nuestros cinco sentidos. De a poco y sin darnos cuenta, ya éramos pasajeros de un Viaje a un Minúsculo Planeta, y como tales nos trasladamos a un universo de ensambles sonoros, de paisajes, de recuerdos y de esos pensamientos minúsculos y poco explorados de la realidad.
Una ventana al universo de las sensaciones y de las reflexiones se abrió. Las cabezas en el respaldar de las butacas caían ligeras, satisfechas, descansadas, mientras que un hilo invisible nos conectaba a todos con todos. Entramos en el mundo de Cartografías, el último trabajo discográfico del trío, que fue una invitación al arte de trazar líneas infinitas, lazos mágicos y puentes imaginarios que sólo terminarían cuando los muchachos de Viaje, guías de este minúsculo planeta, quisieran que termine. Algunos de esos puentes-canciones nos llevan a la desesperación, otros a la rabia, otros quizás a la tranquilidad, otros puentes a caminos interminables, otros hablan de los días fugaces y de las noches calmas, y terminan por enroscarnos sin querer en un sinfín de imágenes mentales que se dibujan en las pantallas blancas que nos miran con ojos de introspección.
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Fotos: Julieta Cementerio
Cartografías agrupa nuevos y viejos instrumentos: además del piano, el bajo y la batería; las flautas, panderetas y los tambores, se presentaron como parte de este nuevo disco-metáfora y construyeron personajes de viento y percusión que sonaban a ritmo constante a través de las 8 canciones del álbum. . Las nuevas melodías mantienen la expresión máxima del detalle, de la simpleza y la sencillez. Julián, Santiago y Simón nos incitan a caminar una aventura extraordinariamente sonora, donde el espectador no tiene que ser un experto en notas musicales, corcheas y acordes: sólo tiene que disfrutar de la armonía que forman los instrumentos. Una vez más, Viaje a un Minúsculo Planeta encontró la manera de hacer música para las almas sensibles y posicionarse sin etiquetas en la fusión musical, invitándonos a ser parte de su pequeña orquesta.
En este tren de sensaciones descubrimos un universo desconocido lleno de frases imaginarias que flotan en el aire para hacerse propias en nuestros pensamientos. La simplicidad fue el punto de llegada y con ella un mensaje especial, que nos dice que la música es invisible a los ojos y es esencial para encontrar ese equilibrio que nos deja fluir, explorar, atravesar puentes imaginarios, trazar lazos mágicos. Lo iridiscente y seductor de hacer un Viaje a un Minúsculo Planeta.
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