Desde Europa, con amor… Capítulo 1 – Conversación en París
Atardecer en la ciudad de las luces. Día agitado. Muchos castings.
Todos los modelos nos reunimos en la agencia para organizar lo venidero en el día siguiente. Nos esperan con energizantes y frutas para revitalizar estos cuerpos con jetlag y confundidos de tanto tomar el metro y tratar de entender francés. Es así que unos confortables sillones dan lugar a una charla entre colegas.
Piero Méndez: un español con rulos que está en la lista de los 50 hot del momento. Abrió Prada en su primer desfile y ha caminado para las más grandes de la alta costura: Lacoste, Dior Homme, Burberry, Valentino.
Iago Santibañes: un brasileño que ha pasado por Buenos Aires y también por las pasarelas de Givenchy, adidas y Julien Macdonald.
Les comentó que de vez en cuando escribo en una revista. Se ponen a hojear y ahí es donde comienza la plática. La moda se convierte nuevamente en el tema central.
Iago ve una foto mía y me comenta que hace unos meses tenía el pelo más o menos parecido. Ahora, casi pelado transita por aeropuertos y calles angostas. “Y es así… uno cambia el look según la demanda”.
Piero comenta: “es que ahora estamos viviendo grandes cambios en la moda. Desde mi primer desfile, todo se ha ido modificando… los looks, los peinados e inclusive en la misma pasarela. Una vez me plancharon el pelo. ¡Le llevó como una hora al estilista! (risas).
He escuchado que muchas marcas de Milán no hacen desfile de hombre porque van a hacer un sólo desfile en septiembre. Van a juntar hombres y mujeres en una sola pasarela”.
Yo: “eso también tiene que ver un poco de que los diseñadores apuestan cada vez más a lo unisex”.
Piero: “Es que estamos viviendo un momento de transición en la moda. Y me encanta ser parte del cambio. Creo que en poco tiempo vamos a ver muchas cosas diferentes”.
Iago: “Todo está cambiando. Ahora los bookers buscan modelos directamente de Instagram”.
Todos estábamos en la agencia con las valijas hechas. Yo viajaba hacia hacia Milán. Iago aguardaba su pasaje a Londres. Piero tenía pensado descansar unos días en Barcelona.
Piero: “Pues tío, creo que podemos coger el mismo metro. Tú te bajas en la estación de tren y yo sigo hacia el aeropuerto”.
Es así que comienzo a seguir al español por las calles de París hacia mi destino. Mil cosas suceden en mi cabeza. Ahora cada uno va hacia donde llama el deber.
Espero poder cruzarlos de nuevo y ampliar mis ideas.
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