Nana Metanjian es la fundadora y diseñadora de la firma ALENKIE, nació en Armenia y desde 2014 vive en Argentina.
Su infancia transcurrió en medio de años soviéticos entre abuelas que eran modistas (una se dedicaba a la alta costura), convivió entre muchas telas y descartes. “Todo lo que me enseñaron durante mi niñez fue creación a partir de upcycling, interviniendo creativamente objetos para re valorizarlos y crear nuevos productos, a los 5 años ya me dedicaba a bordar a partir de botellas recicladas, ya que allá no se tiraba nada”.
Traductora de alemán, vegana, ambientalista y activista, estudio moda sustentable en el 2019 y a partir de ahí unió todas sus pasiones para crear ALENKIE, una marca de ropa slow fashion, su reciente proyecto.
“Desde niña me sentía responsable de todo lo que estaba pasando, me frustraba por las injusticias mundiales, por especismo, por los trabajadores detrás de las empresas gigantes y en el mismo tiempo me apasionaba la moda. Me acuerdo el día que se me ocurrió armar algo relacionado con el veganismo, medio ambiente y fashion. Para mí fue un camino súper intenso, porque no soy diseñadora de indumentaria, me convertí sola y por eso siento un orgullo especial”.
¿Cómo nace Alenkie? «Todo fue muy espontáneo y sin ningún tipo de marketing especial, fluyó algo que sentía en mi misma. Hay algo en el nombre, está inspirado en la leyenda de Alenkie, historia de La Flor Escarlata (versión original de La Bella y la Bestia). Esta es una historia rusa y el nombre ALENKIE era el nombre de la flor que Nastenka (personaje principal) vio en sus sueños. A mi me llamaban así desde muy chica. Lleva identidad propia si se puede decir.»
¿Dónde sentís que fluís y te inspirás para la creación de tus pendas? «Me inspiro mucho en la cultura japonesa, las mujeres y hombres que eligen mis diseños son amantes del minimalismo. Solo tengo que fijarme y ver qué pasa en mi mente y así fluyen mis ideas. Salir un poco de lo común y romper cánones de “establecidos” en la moda para vestir el futuro.»
En cuanto a los cortes y moldería, ¿qué tipología se refleja en tus prendas? «Con la moldería y cortes trato que sean sin desperdicio, no tiro ni un centímetro de las telas que me quedan, así es que con los descartes armé todos los barbijos que encuentran en la web. También hacemos talleres de reciclaje para les niñes, donde utilizo todo lo que me quedó.»
«Mis talles son amplios, la mayoría oversize, artículos one size y genderless, las prendas van desde chaquetas y pantalones hasta faldas, capas y vestidos. Todas están confeccionadas 100 % con telas de poliéster recicladas a partir de redes de pesca, nailon y cáscaras de banana.»
¿Por qué esos materiales son los elegidos y como los obtienen? «Es especialmente importante reutilizar, es decir tratar de elegir las fibras recicladas y en RAW. La materia prima como nailon reciclado, rpet son buenísimas, ya que tienen las mismas características como nailon y polyester común, pero son recicladas. ¿No es genial? Podemos tener una campera que nos protege de la lluvia, pero nadie sufrió por eso, ¿te podés imaginar?.»
«Las materias primas como Tencel, Piñatex, Algodón orgánico raw son buenísimas, especialmente para lxs que tienen alergias, no son peligrosas ni para lxs que las produjeron ya que son de las plantaciones sostenibles sin venenos, ni para lxs que van a vestirse. Yo no compro toneladas de telas, las traigo cuando viajo a ver a mi familia a Alemania y Rusia o me traen mis amigxs. Así que no hay que preocuparse por las emisiones durante la transportación.»
En cuanto al proceso productivo, ¿dónde está puesto el foco? «Es muy difícil hablar ahora sobre confección, ya que yo tuve solo una producción. A partir de ahora voy a trabajar en un modo diferente. Sacar un diseño y hacer el preorder, tomar los pedidos y a partir de tal fecha no realizar más confección del mismo diseño. Es súper interesante hacer poca producción, nunca me gusto tener algo que todo el mundo ya tiene.»
¿Cómo tratás de manejar el impacto en el ambiente? «Siento una necesidad de hablar sobre el consumo en general, cuidando los recursos naturales tanto como los artículos que me compran. Quiero mostrar al consumidor que hay diferencias y me siento feliz cuando recibo el feedback y veo cuántos ya cambiaron sus hábitos. Entienden y eligen a la hora de comprar, por ejemplo el packaging y mostrando que podemos recibir nuestras compras de manera diferente. Yo entrego en bolsas biodegradables, en la tienda física entrego las ventas en bolsas de verdulería (bolsas de papa, cebolla ). Los recolecto, limpio y armo mochilas súper lindas .
¿Cuál es el mensaje deseás trasmitir como marca? «Ya sé que pasamos tiempos muy difíciles, muchas veces me siento incómoda hablar de algo que a muchxs parece “no tan importante ahora porque tenemos otras problemas”, pero así el tiempo nunca va a llegar y no tenemos otra PLANETA B para esperar que se normalice la situación económica del país. Quiero transmitir minimalizar compras impulsivas y me parece que todo se trata de tomar mejores decisiones.»
Así Alenkie nace con el objetivo de reciclar la basura que generamos y transformarla en prendas de bajo impacto ambiental. Con un diseño minimalista, genderless y atemporal, la creadora busca que sus prendas despierten el interés de las personas respecto a un consumo consciente, conectando con la sustentabilidad y generando una economía más circular. El slow fashion llegó y lo hizo para quedarse.
¿Dónde podemos comprar ALENKIE?
Para las ventas online de Argentina WWW.ALENKIE.COM.AR / El estudio se encuentra en Palermo, pasaje Russel 5080.
Instagram: @alenkie__